Diseñado para medir la acidez o alcalinidad de líquidos, suelos o tejidos de manera directa, mediante un electrodo de pinchar, permitiendo insertar el sensor directamente en el material a evaluar. Esta característica es especialmente útil en muestras sólidas o semisólidas, como suelos o alimentos, donde los electrodos convencionales no son efectivos.
El medidor de pH tiene un rango de medición que abarca de -2,00 a 16,00 pH, lo que cubre desde los ácidos más fuertes hasta las bases más intensas. Proporciona mediciones exactas y confiables, lo cual es esencial en diversas aplicaciones científicas, agrícolas e industriales. Es un dispositivo portátil que funciona con baterías, lo que permite ser utilizado en campo, fuera del laboratorio, resistente al agua y a condiciones de trabajo extremas, como temperaturas altas o bajas.
Entre sus principales aplicaciones, destacan su uso en agricultura, donde se emplean para medir la acidez del suelo y optimizar el uso de fertilizantes. En la industria alimentaria, se utilizan para controlar la calidad de productos como jugos, lácteos o alimentos fermentados. Son una herramienta clave en investigación cientifica en donde se requieren mediciones exactas del pH en diversos experimentos y soluciones.
